Shuluq

En 2011, Aziz, un joven de Côte d’Ivoire, intenta huir de su país: la milicia armada del presidente electo lo busca por su compromiso político. Es capturado, golpeado y torturado, pero escapa y se lanza en un viaje desesperado que lo lleva a la costa de Italia. Cruza la Mali islámica, la violencia de los políticos libios y llega a Europa cinco años y diez mil kilómetros después. En Italia, Aziz debe luchar contra la desorganización de las políticas migratorias europeas.
Hoy vive en Sarcelles, un suburbio al norte de París.
Teslime, Diabate, Habiboullah y Kelvin son jóvenes africanos que viven en los centros de inmigrantes de Ragusa, gestionados por la Cooperativa Filotea. Su experiencia es semejante a la de Aziz. Cada capítulo de la película es un tramo de su viaje, con comentarios de la periodista Nancy Porsia sobre el contexto libio, del periodista Giampaolo Musumeci sobre los mecanismos del tráfico de personas y del abogado Fulvio Vassallo Paleologo sobre las discrepancias entre los derechos humanos y la política inmigratoria europea de los últimos años.
El shuluq es el siroco, el viento que sobrevuela las rutas migratorias. Las imágenes de la película están tomadas en el campamento de refugiados de Calais, Francia, en el de Idomeni, Grecia, en cárceles libias, en rescates en el mar Mediterráneo, en centros de inmigrantes de Sicilia y en los suburbios de París donde Aziz intenta salir adelante.